¿Recuerdas la música que has escuchado en restaurantes? La música tiene el poder de despertar en nosotros distintos estados de ánimo, nos hace revivir las más variadas emociones que asociamos a la misma. Históricamente ha estado unida a la experiencia gastronómica, a modo de ejemplo, pensemos en como la música en directo amenizaba ya los banquetes en tiempos de los romanos, al igual que sucedería en las comilonas medievales.

Con el progreso tecnológico la música se hizo omnipresente en los restaurantes

Con el progreso tecnológico la música se hizo omnipresente en los restaurantes, contribuyendo a que la experiencia en sus mesas cobrara tintes todavía más placenteros, para que ello ocurra la música debe estar integrada de tal modo en el ambiente que no interfiera en las conversaciones de los clientes, más bien su misión será la de inducir a un estado de ánimo que las propicie, por tanto su volumen tendrá que ser el adecuado para crear así la atmósfera idónea, un espacio personal privado entre los comensales, filtrando a su vez todo tipo de sonidos no deseados.

Otra de las funciones de la música en un restaurante, es la de hacer más llevadero el tiempo de espera de los clientes.

Facultades sorprendentes de la música en relación con la comida

Las consideraciones expuestas hasta el momento entran dentro de lo más o menos obvio, sin embargo, otras facultades de la música en relación con la comida nos pueden resultar más sorprendentes, por ejemplo, si tenemos en cuenta un estudio publicado por la Universidad de Arkansas el año 2014, según el cual el género musical puede modificar la percepción que tienen los comensales del sabor de los alimentos.

El tempo musical ejerce una influencia en el ritmo al que comen los clientes

Igualmente, existen estudios que sostienen que el tempo musical ejerce una influencia en el ritmo al que comen los clientes, así pues, parece ser que con un tempo musical rápido, la velocidad a la que se come en un local aumenta.

No obstante, en relación a este aspecto, como ya ha advertido Celestino Martinez, no resulta extraño que el cliente medio actualmente posea unas nociones básicas de marketing, y si se utiliza el recurso de aumentar el tempo musical de modo poco sutil pueda sentirse manipulado.

 La música influye en el consumo de los comensales en el restaurante

Otros estudios sugieren además, que se puede influir mediante la música en el consumo que realizan los clientes en un establecimiento, dependiendo del tipo de música que se utilice en el mismo, concretamente si suena jazz o música clásica en nuestro local, se va a generar una tendencia a que se nos perciba como un restaurante de lujo, y por consiguiente los comensales van a estar dispuestos a gastar más.

Conviene elaborar la playlist de acuerdo al estilo de nuestro restaurante

Con todo lo que acabamos de comentar, queda claro que escoger la música para nuestro restaurante no es un tema que se deba tomar a la ligera, tal como sugiere  Uriel Waizel(en un post excelente, que te recomendamos leer si deseas ampliar información, titulado:”Cómo escoger la música para un restaurante”) es conveniente elaborar nuestra propia playlist de acuerdo al estilo de nuestro restaurante, de lo que pretendamos comunicar, la música es una herramienta demasiado poderosa con la que transmitir nuestra personalidad como para desaprovecharla utilizando una playlist genérica, deberíamos preguntarnos cómo va a combinar la selección musical que escojamos con los distintos elementos de nuestro restaurante (espacio, decoración, menú, etc) y acerca del modo en que impacta en la imagen que nuestro negocio ofrece.

Características que debe poseer la música para los restaurantes:

Así mismo, Uriel Waizel, en su post  enumera entre las características que debe poseer la música para un restaurante:

• Que sea amena
• Un poco nostálgica con el fin de generar conversaciones y provocar química entre los comensales
• Original (en consonancia con el grado de originalidad del local)

En cuanto al tempo de la música, sugiere que debe variarse atendiendo a la hora del día y a los flujos de público del local.